domingo, 27 de julio de 2014

PALABRAS HOMÓFONAS
Son palabras que se pronuncian de la misma manera aunque su ortografía y significado son diferentes.
Homófonas sobre la B y la V
Valla: estaca, vallado, obstáculo.
Baya: fruto de ciertas plantas
Vaya: del verbo ir.
Ejemplos:
- La baya es un fruto carnoso.
-El huerto está cercado con una valla.
-Vaya tranquilo.

Bello: hermoso
Vello: pelo suave del cuerpo humano, pelusilla de algunos frutos o plantas.
Ejemplos:
-Esta flor tiene un bello color.
-A este muchacho le creció vello en los brazos.

Bienes: hacienda, capital, riqueza.
Vienes: del verbo venir.
Ejemplos:
-¿Vienes o te quedas?
-Julio heredó los bienes de su padre.

Cabe: de caber, poder contenerse una cosa en otra.
Cave: de cavar, levantar y mover la tierra.
Cabo: extremo, lengua de tierra que se interna en el mar, rango militar.
Cavo: del verbo cavar.

Ejemplo:
-Este cuaderno no me cabe en la maleta.
-Ayer cave un hoyo profundo en el jardín.
-El sargento llamó al cabo y a varios soldados.
-Cavo una zanja para poder regar el jardín.

Combino: del verbo combinar.
Convino: del verbo convenir.
Ejemplo:
-Mi padre convino en vender su finca.
-Yo combino estos ingredientes para obtener mejor sabor.

Grabar: esculpir, fijar en el ánimo una idea, sentimiento, etc.
Gravar: cargar, imponer tributos o gravámenes.
Ejemplo:
-No pude grabar la lección en mi memoria.
-Este impuesto va a gravar sobre todo a los ricos.

Hierba: planta pequeña, pasto
Hierva: del verbo hervir.
Ejemplo:
-Esta hierba está buena para el ganado.
-Si quieres que el agua hierva, aumenta el fuego.

Rebelar: sublevar
Revelar: manifestar un secreto, descubrir.
Ejemplo:
-El prisionero se niega a revelar secretos militares.
-Ese niño se va a rebelar contra la autoridad de sus padres.

Tubo: pieza hueca, comúnmente cilíndrica.
Tuvo: del verbo tener.
-Alfonso rompió el tubo de ensayo.
-No pudo ir a la fiesta porque tuvo mucho trabajo.

Homófonas  con h y sin h.
Aprehender: asir, prender.
Aprender: adquirir conocimientos.


Azahar: flor blanca.
Azar: casualidad.
Ejemplo:
-El padrino regaló a la novia un  ramo de azahar.
-El policía no logró aprehender al delincuente.
-El muchacho no aprende la lección.
-Me lo encontré por azar.

Había: del verbo haber. 
Avía: de aviar, aprestar, preparar.

Habría: del verbo haber.
Abría: del verbo abrir.

Ejemplo:
-Si me lo hubiera comprado, habría leído el libro.
-A las doce aún no me había llegado el correo.
-Antes de la excursión, Carmen avía lo necesario.
-El estudiante abría la puerta todos los días para que sus compañeros ingresaran.

Ha: del verbo haber                                Ahí: adverbio de lugar
A: preposición.                                       ¡ay!: interjección dolor
¡Ah!: interjección                                    Hay: del verbo haber.

Ejemplo:
¡Ah! ¡Qué sorpresa más grande!
Pronto saldré a dar un paseo.
Esta semana no hay clase.
El profesor no ha entrado aún.
Se me perdió el anillo ahí en ese lugar
¡Ay! me pinché el dedo.

Hasta: preposición                                            Haya: del verbo haber, árbol
Asta: cuerno, mástil.                                          Aya: cuidadora de niños.
Ejemplo:
El hayuco es el fruto de la haya.
Trabajamos hasta las 6:00 p.m
El asta de la bandera está colocada en el balcón.
El aya se llevó los niños al parque.

Hatajo: pequeño hato de ganado       Hecho: de hacer, sucesos.
Atajo: camino más recto.                   Echo: de echar
Ejemplo:
He hecho todo lo posible para lograr mis metas.
Por el atajo llegamos más rápido.
El pastor llevaba su hatajo hasta el redil.
Yo echo la basura en la caneca.

Honda: profunda                                                    Hice: de hacer
Onda: ondulación, ola                                             Ice: de izar, hacer subir a lo largo de un palo.

Ejemplos:
-Hice lo posible por llegar temprano.
-La viuda tiene una honda pena.
-El sargento ordenó al soldado que ice la bandera.
- La emisora está transmitiendo en onda corta.

Hacia: preposición.                                               Hierro: metal.

Asia: parte del mundo.                                          Yerro: error

Ejemplo:
-Los ciclistas salieron hacia el norte del departamento.
-Muchos diplomáticos de países de Asia votaron a favor.
-Encontraron nuevas minas de hierro.
-El yerro que cometió le impidió pasar el examen.

Hora: parte del día, 60 minutos.      ¡Hola!: interjección. Se usa para saludar o indicar sorpresa.
Ora: de orar.                                   Ola: movimiento del mar.

Ejemplos:
-El telegrama llegó una hora después de mi salida.
-Una gran olas nos mojó toda la ropa.
-¡Hola! ¿Cómo te ha ido?
-Mi padre ora cuando se levanta y cuando se acuesta.

Huso: utensilio para hilar.                            Deshecho: de deshacer
Uso: del verbo usar, costumbre.                  Desecho: de desechar, desperdicio.

Ejemplo:
Yo uso todos los días el uniforme.
La fábrica saca muchos desechos a la calle.
Quedé deshecho después de las tres horas de juego.
Antiguamente las abuelas hilaban lana con el huso.

HOMÓFONAS DE LA C Y LA S


Cause: del verbo causar                               Brasero: pieza metálica con lumbre.
Cauce: acequia, arroyo                                 Bracero: jornalero.

Ejemplo:
-El bracero trabajo en los Ferrocarriles Nacionales.
-El campesino abrió un cauce para regar su huerta.
-El brasero ha sido sustituido por la calefacción.
-Espero que la tormenta no cause daños graves.

Cesión: acto de ceder. Renuncia de una posesión.     Cerrar:  clausurar
Sesión: junta, reunión.                                               Serrar: cortar con sierra.

-Usé la sierra pequeña para serrar esa madera.
-El Congreso se halla en sesión plenaria.
-Debemos cerrar el almacén a las 6:00 p.m
-Mi amigo hizo cesión de sus bienes ante notario.

Hoces: plural de hoz. (instrumento para segar)          Meces: del verbo mecer.(mover)
Oses: del verbo osar(atreverse a algo)                      Meses: plural de mes.

-Espero que no oses atravesar por este lugar.
-Los documentos llegaron con dos meses de retraso.
-Aquí aún se siega el trigo con hoces.
-¿Por qué meces tanto al bebé?

Peces: plural de pez                              Reces: del verbo rezar, orar.
Peses: del verbo pesar.                         Reses: cabezas de ganado.
-En esta finca hay muchas reses.
-Sólo pude pescar una docena de peces.
-Tu madre te pide que reces el rosario diariamente.
-Es preciso que peses el fríjol en la báscula.

Consejo: opinión que se da o se toma; reunión.
Concejo: Ayuntamiento. (reunión de un grupo de personas.Reunión integrada por alcalde y concejales.)
Reciente: acabado de hacer o suceder, fresco, nuevo.
Resiente: de resentirse (sentir el efecto de un mal.) ; mostrar pesar o enojo.

-Su conducta militar fue juzgada en consejo se guerra.
-El concejo deliberaba los asuntos municipales.
-El futbolista se resintió el tobillo en el último partido.
-He aquí la obra más reciente de este autor.
Ver video: Palabras homófonas con C, S y Z. (Youtube).





























sábado, 26 de julio de 2014

TILDE  DIACRÍTICA

Las palabras monosílabas no llevan tilde en español, solo las que aparecen a continuación y los pronombres exclamativos e interrogativos.
En las siguientes parejas de palabras una tiene tilde  y la otra no y tienen distinto significado.

 de
 Preposición: -Vengo de Canadá.
-Mesa de madera.
 
 Forma del verbo dar
-Yo espero que me una explicación.
- Agradece cuando ella te el dinero.
 el
Artículo definido singular masculino:
El gato se bebió toda la leche.
Este es el año más productivo en la empresa.
 él
 Pronombre personal:
Él es gran amigo.
Me lo regaló él
 mas
 Conjunción adversativa, equivale a "pero":
- Bailó muy bien, mas no ganó la competencia.
 más
 Adverbio comparativo, lleva tilde:
-Soy más inteligente que tú.
- Tres más tres son seis.
 mi
 Adjetivo posesivo, forma sin tilde de mío.
-Mi perro es bravo (mío).
-El concierto fue en mi bemol.
 
 Pronombre personal con tilde:
-A me cae bien.
-Para mí.
 se
 Pronombre personal de acusativo o dativo reflexivo y recíproco:
-Ella se fue
-Se prohíbe fumar.
-Se vende.
 
 Primera persona singular del presente de indicativo del verbo saber o segunda persona  del singular del imperativo del verbo ser:
- No lo sé.
-prudente.
 si
 Conjunción y la nota musical:
-Si mañana llueve, no voy a la ciudad.
-Cuéntame si le quitaste el libro.
-Vamos a tocar en si menor.
 
 Adverbio afirmativo, reflexivo tercera persona o sustantivo que indica aprobación:
- ¡Hiciste la tarea: -
- Ella estudió.
- Ella no piensa en misma
-Ambos dieron el en el altar.
 te
 Pronombre personal sin tilde de casos acusativo, dativo y reflexivo de tú:
- ¿Te asusté?
-Te llamaré mañana.

 
 Sustantivo: es el nombre de una planta: 
-¿Vienes a tomar ?
 tu
 Adjetivo posesivo, forma átona de tuyo. (sin tilde):
-Tu hijo está muy bien educado.
 
 Pronombre personal tónico de caso nominativo y vocativo de la segunda persona del singular:
-¿qué piensas?
-Ella es más inteligente que tú.


La tilde diacrítica en los interrogativos y exclamativos o cuando se enfatiza: quién cuándo, cómo, qué cuánto, cuál, cuán, dónde y adonde. Llevan tilde para diferenciarlos de los pronombres relativos y conjunciones que, quien, como, cual, cuando, cuanto, cuan, donde y adonde:
¿Cuándo vienes?   -Cuando llegues cierra bien la puerta.
¿Qué estudias?     - Dile que venga temprano.
¿Cómo llegaste?    -No sé como será el futuro.
¿Dónde estabas?  - Donde quiera que vaya.


TILDE DIACR{ITICA 

domingo, 20 de julio de 2014

CUENTO DE HADAS

CENICIENTA
La esposa de un rico hombre cayó enferma, y sintiendo que ya estaba en sus últimos días, llamó a su única hija a su lado y le dijo:
-"Mi querida hija, se siempre buena y piadosa, y así el buen Dios te protegerá todos los días, y yo también velaré por ti desde el cielo y estaré cerca de ti."-
Momentos después la buena señora cerró sus ojos y partió al reino de Dios. Todos los días la joven visitaba la tumba de su madre, y lloraba, y se comportaba buena y piadosa. Cuando llegó el invierno, una gran capa de nieve se formó sobre la tumba, y cuando el sol del verano la derritió, su padre tomó a otra mujer por esposa.
La nueva mujer llegó a la casa con dos hijas, las cuales eran guapas y de lindas caras, pero viles y de negro corazón. Allí empezaron los malos tiempos para la pobre hija del señor. 
-"¿Pero se va a sentar esa estúpida gansa con nosotras en la sala?"- decían ellas, -"Si alguien quiere comer pan, que se lo gane. Que se vaya para la cocina."-
Ellas le quitaron los lindos vestidos que tenía, le pusieron un viejo delantal gris, y le dieron unos zapatos de madera.
-"¡Sólo mira a la orgullosa princesa, qué compuesta que está!"- gritaban y reían, y la llevaron a la cocina.
Allí ella tenía que hacer trabajos duros desde la mañana hasta la noche, levantarse antes del amanecer, traer el agua, encender los fuegos, limpiar, cocinar y lavar. Además de todo eso, las dos hermanas le hacían las mayores groserías que podían imaginarse - la imitaban burlonamente, le vaciaban los guisantes y las lentejas dentro de las cenizas para que tuviera que recogerlas una a una de nuevo -, y así muchas otras cosas más. Al anochecer, después de todo el trabajo que la dejaba rendida de cansancio, no tenía cama a donde ir a dormir, por lo que se acostaba entre las cenizas junto al fuego. Su padre, casi siempre ausente de la casa por su trabajo, no percibía lo que pasaba. Y como la joven siempre andaba sucia y tiznada por la ceniza, ellas le pusieron el sobrenombre de "Cenicienta".
Sucedió que un día, en uno de los viajes que el padre acostumbraba hacer, le preguntó a las hijastras si querían que les trajera algo al regreso.
-"Bellos vestidos."- dijo una.
-"Perlas y joyas."- dijo la otra.
-"¿Y tú, que deseas para ti?"- le preguntó el padre a Cenicienta.
-"Padre, corta para mí, la primer rama que te golpee el sombrero cuando vengas de regreso."-
Así pues, él compró bellos vestidos, perlas y joyas para las dos hijastras, y cuando venía para su casa, pasando por un tupido bosque, una rama de avellano pegó en su sombrero y se lo botó. Entonces cortó la rama y la cargo con él.
Al llegar a casa, dio a las hijastras lo que le pidieron, y a Cenicienta la rama del avellano. Cenicienta se lo agradeció, fue a la tumba de su madre y plantó la rama allí, y lloró tanto que las lágrimas cayeron sobre la rama y la humedeció. Y la rama creció, llegando a ser un frondoso árbol. Tres veces al día, Cenicienta iba y se sentaba bajo él, y lloraba y rezaba, y un pequeño pajarito blanco venía siempre al árbol, y si Cenicienta expresaba algún deseo, el pajarito le dejaba caer lo que ella había deseado.
  
Sucedió sin embargo, que el rey organizó un festival que duraría tres días, y al cual invitaba a todas la bellas muchachas del país, para que su hijo pudiera escoger a una de ellas por esposa. 
Cuando las dos hermanastras oyeron que ellas estarían en la lista, se sintieron muy complacidas, y llamaron a Cenicienta diciéndole:
-"Péinanos el cabello, cepilla nuestros zapatos y sujeta nuestras hebillas, porque vamos para el festival en el palacio del rey."-
Cenicienta obedecía, pero lloraba, porque también le gustaría poder ir con ellas al baile. Y le rogaba a su madrastra que lo hiciera.
Pero su madrastra, que no era buena ni cariñosa, como sí lo son la mayoría de las madrastras, le dijo:
-"¿Ir tú, Cenicienta? ¿Tú, que estás toda sucia y asquerosa, pretendes ir al festival?, ¡tú que no tienes vestidos ni zapatos adecuados, y pretendes ir a bailar!"- 
Sin embargo tanto insistía Cenicienta en pedirlo, que al fin dijo la madrastra:
-"He vaciado un plato de lentejas entre las cenizas para tí. Si en dos horas las has recogido todas, podrás ir con nosotras."-
La joven Cenicienta corrió hacia la puerta trasera que da al jardín, y llamó:
-"¡Hola!, ustedes mansas palomitas, ustedes pequeñas tortolitas, y ustedes pajaritos del cielo, vengan y me ayudan a recoger lentejas:
        " Las buenas al tazón,
          las malas al montón." "- 
Entonces dos palomas blancas entraron por la ventana de la cocina, y detrás las tortolitas, y por último todos los pajaritos que volaban cerca, y llegaron zumbando y en tropel y se colocaron junto a las cenizas. Y las palomas movían sus cabezas y comenzó el pic, pic, pic. Y todos los demás también estaban con el pic, pic, pic, y recogieron todos los granos y los colocaron en el plato.
Difícilmente había transcurrido una hora cuando ya habían terminado, y salieron de la cocina. Entonces Cenicienta llevó el plato donde la madrastra, e iba contenta, pensando que ahora sí que la dejaría ir al festival. Pero la madrastra dijo:
 -"¡Ah no, Cenicienta!, tú no tienes vestidos y así no puedes bailar. Sólo serías motivo de risas."-
Y como Cenicienta lloró por eso, la madrastra dijo:
-"Si puedes sacar de las cenizas otros dos platos de lentejas que tienen mezcladas, y me las muestras en menos de una hora, podrías ir con nosotras."-
Y la madrastra pensó para sí:
-"¡Eso sí que no lo podrá hacer!"
  
En cuanto la madrastra mezcló los dos platos de lentejas con la ceniza, la joven corrió de nuevo a la puerta que da al jardín y gritó:
-"¡Hola!, ustedes mansas palomitas, ustedes pequeñas tortolitas, y ustedes pajaritos del cielo, vengan y me ayudan a recoger lentejas:
        " Las buenas al tazón,
          las malas al montón." "-
Entonces dos palomas blancas entraron por la ventana de la cocina, y detrás las tortolitas, y por último todos los pajaritos que volaban cerca, y llegaron zumbando y en tropel y se colocaron junto a las cenizas. Y las palomas movían sus cabezas y comenzó el pic, pic, pic Y todos los demás también estaban con el pic, pic, pic, y recogieron todos los granos y los colocaron en el plato, y antes de media hora habían terminado y volaron hacia afuera de nuevo. Entonces la joven llevó los platos a la madrastra, y toda contenta pensando que ahora sí iría al festival con ellas. Pero la madrastra dijo:
-"¡Nada de eso te ayudará, no irás con nosotras, ya que no tienes vestidos para bailar, y nos avergonzaríamos de ti!"-
Y volviola espalda a Cenicienta, y salió presurosa junto con su dos orgullosas hijas.
Como ya no había nadie más en la casa, Cenicienta fue a la tumba de su madre bajo el árbol de avellanas, y gritó:
-"Tirita y tiembla, arbolito, te lo pido a tí,
   oro y plata tírame a mí."-
Entonces un pájaro le tiró un vestido de oro y plata, con bordados de fina seda. Y ella se colocó el vestido y corrió al festival. Sus hermanastras y su madrastra no la reconocieron, y creyeron que sería una princesa extranjera, ya que se veía tan bella con aquel vestido de oro y plata. Ellas nunca la relacionaron con Cenicienta, y más bien la imaginaban sentada en la cocina de la casa, toda sucia, recogiendo lentejas de las cenizas.
El príncipe fue a conocerla, la tomó de la mano y bailó con ella. Él no quiso bailar con ninguna otra joven, y nunca le soltó la mano, y si alguien venía a invitarla, él decía:
-"Ésta es mi compañera."-  
Ella bailó hasta el atardecer, y entonces quiso regresar a casa. Pero el hijo del rey le dijo:
-"Yo iré contigo y te acompañaré."-, pues quería saber a que familia pertenecía la bella joven.
Sin embargo ella logró escabullirse de él, y se metió en un palomar. El hijo del rey esperó a que llegara un leñador que había llamado, y entonces le contó que la extraña joven había saltado hacia el palomar.   El viejo hombre pensó:
-"¿Quién podrá ser?"
  
Y mandó a que le trajeran un hacha y un pico, y él tiró en pedazos el palomar, pero no encontraron a nadie adentro. Y cuando todos llegaron a la casa, Cenicienta yacía en sus sucios vestidos, y una débil lámpara de aceite alumbraba la habitación, pues Cenicienta había saltado rápidamente por la parte trasera del palomar y corrió al arbolito de avellanas, y allí se quitó el vestido de oro y plata y lo colocó sobre la bóveda, y la paloma se lo llevó de allí. Luego ella se fue a la cocina y se colocó entre las cenizas con su usual gris vestimenta.
Al día siguiente, cuando el festival comenzó de nuevo, y su madrastra y hermanas se habían marchado, Cenicienta fue al avellano y dijo:
 -"Tirita y tiembla, arbolito, te lo pido a ti,
   oro y plata tírame a mí."- "-
Entonces el pájaro le tiró ahora un vestido mucho más bonito que el del día anterior. Y cuando Cenicienta apareció en el festival con ese vestido, todo el mundo quedó maravillado de su presentación. El hijo del rey había esperado hasta que ella llegara, e inmediatamente tomó su mano y bailó únicamente con ella. Cuando alguien venía a invitarla, él decía:
-"Ésta es mi compañera."-  
Cuando llegó el atardecer ella quiso retirarse, y el hijo del rey la siguió, pues quería ver en que casa se introducía. Pero ella se escapó rápido de él, y entró a un jardín detrás de una casa. Había allí un bello y alto árbol del cual colgaban magníficas peras. Ella subió tan ágilmente las ramas como una ardilla, que el hijo del rey no pudo saber exactamente por dónde se fue. Y esperó a que llegara otra vez el leñador, y entonces le contó que creía que la extraña joven había subido al árbol de peras. El viejo hombre pensó:
-"¿Quién podrá ser?"
Y tomando el pico y el hacha, derribó al árbol, pero no había nadie allí. Y en casa de Cenicienta, cuando todos llegaron a la cocina, Cenicienta estaba allí, entre las cenizas, como siempre, ya que ella había saltado por el lado opuesto del peral, y entregado el bello vestido a la paloma en el avellano, y puesto sus grises ropas de nuevo.
 Al tercer día, cuando todos se habían marchado, Cenicienta fue otra vez más a la tumba de su madre y dijo al árbol:
 -"Tirita y tiembla, arbolito, te lo pido a ti,
   oro y plata tírame a mí."-
Y ahora el pájaro le tiró otro vestido aún más esplendoroso y lujoso que jamás hubiera tenido, y las zapatillas eran de oro. Y cuando llegó al festival con aquella vestimenta, todo el mundo quedó mudo de la impresión. El hijo del rey de nuevo sólo bailó con ella, y si alguien llegaba a invitarla, le decía:
-"Ella es mi compañera."-  
Al llegar otra vez el atardecer, Cenicienta quiso retirarse, y el hijo del rey estaba ansioso de acompañarla, pero ella escapó tan rápido que no pudo seguirla. Sin embargo, el hijo del rey, había pensado en una estrategia, y había llenado las escaleras con resina, y cuando ella bajaba las gradas, la zapatilla izquierda se quedó pegada. El hijo del rey la recogió, y era pequeña y fina, toda de oro.   Al día siguiente fue donde el rey y le dijo:
  
-"Ninguna joven, sino solamente aquella a quien le calce esta zapatilla de oro podrá ser mi esposa."-
Al saberse la noticia, las dos hermanas se regocijaron, pues tenían un bonito pie. Cuando el hijo del rey, en su recorrido, llegó a la casa de Cenicienta, la mayor fue a su habitación con la zapatilla a tratar de colocársela, y su madre estaba con ella. Pero le fue imposible ajustar el dedo gordo del pie, y la zapatilla era demasiado pequeña para ella. Entonces su madre trajo un cuchillo y le dijo:
-"Córtate el dedo, que cuando seas la reina, no necesitarás andar más a pie."-
La muchacha se cortó el dedo,    y forzó el pie dentro de la zapatilla, y soportando el dolor, fue donde el hijo del rey. Entonces él la montó en su caballo como novia, y salió con ella. Pero sin embargo, tenían que pasar por la tumba, y allí, en el avellano, estaban las dos palomas que gritaban:
-"Voltea y vuelve a ver,
   hay sangre en el zapato,
   muy grande es el pie,
   y en casa está aún tu mujer"- 
Entonces el bajó la mirada y vio cómo salía sangre del zapato. Volteó hacia atrás a su caballo, y llevó a la falsa novia de regreso a su casa, y dijo que esa no era la verdadera, y que la otra hermana debería medirse la zapatilla. Entonces ella fue a su habitación y sus dedos calzaban bien en la zapatilla, pero su talón era demasiado largo. Y su madre de nuevo tomó el cuchillo y le dijo:
-"Córtate un poco ese talón, pues cuando seas reina, no necesitarás andar más a pie."- 
 La hija se cortó un pedazo del talón, soportó el dolor, y fue a la presencia del hijo del rey. Y la montó en su caballo como su novia, y se fue con ella. Pero cuando pasaban el avellano, las dos palomas sentadas en él, gritaron:
-"Voltea y vuelve a ver,
   hay sangre en el zapato,
   muy grande es el pie,
   y en casa está aún tu mujer"- 
Él miró hacia abajo al pie de ella y vio cómo salía sangre de la zapatilla y cómo le había manchado su media blanca. Entonces giró a su caballo y llevó a la falsa novia de nuevo a su casa.
-"Ésta no es la correcta"- dijo él, -"¿No tienes otra hija?"- preguntó al padre.
-"Bueno..."- dijo el hombre, -" hay aún una pequeña y tímida hija en la cocina, que mi anterior esposa me dejó, pero es imposible que ella pueda ser la novia."- 
El hijo de rey dijo que fueran por ella, pero la mujer exclamó:
-"¡Oh, no, ella está muy sucia, y no puede presentarse así!"-
El insistió decididamente, y tuvieron que llamar a Cenicienta. Ella primero se lavó sus manos y su cara, y entonces se reverenció ante el hijo del rey, quien le dio la zapatilla de oro. Ella se sentó serenamente en una banca, sacó su pie del pesado zapato de madera y lo puso en la zapatilla, que calzó como un guante.
  
Y cuando ella se levantó y el hijo del rey la miró a la cara, reconoció a la bella joven que bailó con él y gritó entusiasmado:
-"¡Ésta es la verdadera novia!"-
Y además, Cenicienta sacó la otra zapatilla que guardaba en su delantal y se lo puso emocionadamente.
La madrastra y las dos hijas quedaron aterrorizadas y se pusieron pálidas y rabiosas. Él, sin más que hacer, montó a Cenicienta en su corcel, y salió con ella. Cuando pasaban por el avellano, las dos palomas cantaron:
-"Voltea y vuelve a ver,
   no hay sangre en el zapato,
   muy exacto es el pie,
   y contigo viaja tu mujer"- 
y una vez que dijeron eso, las dos palomas volaron hacia ellos y se posaron en los hombros de Cenicienta, una a la derecha, otra a la izquierda, y allí siguieron todo el viaje.
Cuando llegó el día de celebrar la boda del hijo del rey, las dos hermanastras llegaron y buscaron obtener el favor de Cenicienta y compartir su buena fortuna. Y cuando la pareja de novios iba hacia la iglesia, la mayor se colocó al lado derecho y la menor al lado izquierdo de Cenicienta, pero entonces las palomas empezaron a picotearlas y a ensuciarlas sin descanso. De ese modo castigaron a las hermanas por su maldad y falsedad, quedando ellas con las cicatrices por muchos días.   Sin embargo, por tener gran corazón, Cenicienta las perdonó sinceramente y las ayudó a llevar una vida digna, junto con su padre y su madrastra.